jueves, 18 de junio de 2009

¿Cómo llego a saber algo de los virus? parte 3

Les invito a conocer la siguiente reflexión de Gabriel Molinar, también acerca de la contingencia epidemiológica.

El pasado jueves 23 de abril, yo estaba allí, en la Ciudad de México. La noticia comenzó a propagarse y junto con ella la alarma generalizada. Hacia el fin del día reunirse en lugares públicos pasó de ser una oportunidad de conectarnos con el mundo y socializar, a ser una amenaza. Los días han pasado, y más allá de alejarnos de esta experiencia de gran incertidumbre, nos seguimos moviendo hacia el extremo del pánico, la epidemia, el aislamiento, la crisis y un conjunto diverso de derivados de un solo origen: el miedo.

Hoy debemos juntarnos para mover todo esto en otra dirección, y quiero decirte que no es luchando contra el virus que vamos a trascender esta experiencia, es amando la vida, conectándonos con ella, regresando al origen, volviendo a La Fuente y recordando a Dios, que encontraremos la verdad. Es recordando que somos uno con la vida y uno con Él, y que la única verdad que existe es LA SALUD, la más plena y maravillosa vitalidad que recibimos el día que se inicio LA VIDA. Yo estaba allí, y me di cuenta que era uno más de los que piensa, siente y cree que la Ciudad de México es obscura, por su tráfico, su contaminación, la inseguridad, la corrupción, los secuestros, las muertes, la crisis y ahora el virus.

Todos somos responsables de haber proyectado sombras sobre esta maravillosa ciudad, todos somos responsables de haberla convertido en: "La ciudad del Miedo". Y hoy podemos tomar conciencia que no ha sido Dios el que ha creado el virus ni la obscuridad, ha sido el miedo del hombre, tu miedo y el mío, que han alimentado una inconsciencia colectiva llena de sombras, de fantasmas y de amenazas. Nos han dicho a través de los tiempos que "así como piensas en tu corazón, así eres", pero nos negamos a escuchar, preferimos la pesadilla de la inconsciencia y la irresponsabilidad de no reconocer que nos estamos haciendo esto a nosotros mismos.

Pregúntate, ¿dónde está mi verdadero poder?, ¿qué debo recordar aquí?, ¿qué experiencia debo cambiar? ... y especialmente... ¿quién soy, de donde vengo y cuál es mi herencia? ... y cuando lo sientas en tu corazón. ve desde él un México lleno de Luz, sano, próspero y diciéndole SI a la vida.

GABRIEL MOLINAR, UN URUGUAYO QUE AMA A MÉXICO Y SU GENTE.

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