A la semana siguiente no me fué posible visitar a mi hermano. El martes 22 de junio mi madre cumplió 85 años, ese día, 15 minutos antes de las 2 de la tarde recibí una llamada de otro de mis hermanos, después de un breve saludo me comentó que nuestro hermano mayor ya se había ido.
Fué una noticia que me dejó sin habla, pensé en la ironía de la vida para mi madre, que como regalo de cumpleaños recibiría la noticia de que su primogénito había partido antes que ella, a pesar de sufrir diabetes melitus por más de 30 años. El silencio de mi madre fué profundo cuando se enteró. Se apartó de todos seguramente reflexionando en que el timbre del teléfono ya no sonaría como todas las noches alrededor de las 9 para recibir el saludo de su hijo.
Para el IMSS, una víctima más del cáncer, para mí, una víctima más del cáncer en complicidad con la desidia y la incompetencia.
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